EL SERENO DE BARRIO EN LA ESPAÑA MUSULMANA


Entre los numerosos historiadores en lengua árabe que trataron de las cosas de Al-Andalus en los siglos pasados hay uno de ellos que resulta especialmente interesante para el lector moderno, no obstante de ser también uno de los más tardíos, pues pertenece al siglo XVII, una época en la que (al menos oficialmente) no quedaba ya ni un solo musulmán en toda la península ibérica. Se trata del historiador magrebí Al-Maqqarí, nacido en Tremecén y muerto en Damasco en 1631. Según parece, estudió en Fez a partir del año 1600, en cuyas bibliotecas tuvo ocasión de leer y conocer en profundidad los principales textos sobre la historia antigua de Al-Andalus de los diversos historiadores y polígrafos árabes anteriores.

Al-Maqqarí escribió varias obras, la más importante de las cuales es la que el orientalista holandés Dozy publicó entre 1855-1861 con el título de "Analectas", aunque su metafórico y ampuloso título original en árabe es el de "Libro de la exhalación del olor suave del ramo verde de Al-Andalus e historia del visir Lisán El Din Ben Aljatib". Ya en 1840 el arabista español Gayangos había publicado en Londres algunos extractos traducidos y anotados de la primera parte de esta obra de Al-Maqqarí. El fragmento que traducimos a continuación procede de la "Crestomatía" de M. Asín Palacios, bien conocida para los principiantes universitarios españoles en el estudio de la lengua árabe clásica, y en cuya excelente antología se ofrecen algunos pasajes en árabe de la obra del historiador magrebí.

La obra fue redactada entre 1628 y 1629, y consta de dos partes: una historia y geografía de la antigua España musulmana y una biografía del mencionado visir Aben Aljatib. El erudito Al-Maqqarí, que cita a menudo sus propias fuentes utilizadas, nos ofrece en esta obra un variado y pintoresco mosaico de pequeños cuadros de la historia y de la vida cotidiana en la España musulmana, unos más interesantes que otros.

Hemos escogido y traducido aquí un brevísimo y curioso fragmento relativo a la vida urbana de Al-Andalus en la época de mayor esplendor del Califato (siglo X), que nos habla de la existencia en la Córdoba musulmana (que contaba en ese tiempo con varios centenares de miles de habitantes y era la mayor ciudad de todo Occidente) de una policía municipal nocturna formada por los darráb, encargados de cerrar por las noches las puertas de cada barrio. Cada uno de estos vigilantes nocturnos llevaba un farol y estaba acompañado de un perro mastín que ladraba al menor ruido. Con todo, los robos y los asesinatos eran bastante frecuentes (a pesar -o a causa- de la dureza de las leyes penales y de los castigos, pues la miseria de las clases bajas era grande). He aquí la traducción del fragmento en cuestión:

Sereno musulman haciendo la ronda (dibujo)

<< (...) Y en cuanto a los que se encargan de hacer la ronda durante la noche -y que en Occidente equivalen a lo que en Oriente son los vigilantes de barrio-, éstos son conocidos en Al-Andalus con el nombre de adarráb (porteros), pues las poblaciones de Al-Andalus, en sus barrios y calles, tienen puertas con cerradura que se cierran después del primer tercio de la noche, y en cada barrio hay uno de éstos que pasa la noche allí, llevando un farol colgado, un perro que vigila y determinadas armas. Y es que es tal la astucia de sus gentes y tanta su malicia y engaño en cuestiones de bandidaje, que suben incluso a los edificios elevados, abren las cerraduras más difíciles y asesinan al dueño de la casa por temor a que declare contra ellos o los persiga después. Y en Al-Andalus no deja casi nunca de oírse: "Ayer entraron en casa de fulano y, como estaba él allí, los ladrones lo degollaron en su lecho".


>> El aumento de esto, y su disminución, dependen de la dureza o blandura del que gobierna y de que, con su excesivo rigor y con el uso de la espada, haga correr la sangre. Esto es algo que allí no falta, habiéndose llegado al extremo de matar a una persona porque robó un racimo de uvas de una viña y a otras cosas semejantes. Pero no se acabaron por ello los ladrones. >>

AL-MAQQARÍ (Kitab nafh al-tib)


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