La Lengua Etrusca

LA CARA Letra B  DE LA ESTELA DE PERUGIA


No mucho tiempo después de dar a conocer en estas páginas nuestro estudio sobre la inscripción etrusca de la cara A de la estela perugina, la impaciencia y un renovado interés personal por este tema nos hizo incumplir nuestro primer deseo de no ocuparnos más de esta inscripción hasta que otros filólogos -con el mismo método ensayado en ese primer estudio- pudieran confirmar o invalidar de modo más objetivo e independiente nuestras conclusiones provisionales. Así que, en tanto esperábamos esos nuevos enfoques y estudios críticos independientes sobre esa cara B, y en vista de que éstos se hacían esperar demasiado, hemos querido ensayar el método por nuestra cuenta para tener un poco más de perspectiva cuando esos eventuales trabajos se publiquen, y damos a conocer aquí y ahora nuestros propios resultados provisionales sobre ese texto B de la estela, presuponiendo ya cierto conocimiento por la comunidad filológica española sobre nuestro trabajo anterior.

Y hemos de decir que estos resultados han sido en general bastante satisfactorios para nuestro gusto, pues hemos conseguido confirmar en ese "texto B" tanto la validez general del método comparativo utilizado en el primer texto como las conclusiones generales de carácter paleográfico, fonético, morfosintáctico y semántico sobre esa primera inscripción.

El texto de la "cara B" de la inscripción de Perugia, inscrito en uno de los lados laterales menores de la estela prismática, es considerablemente menos extenso que el de la "cara A". Consta de 21 líneas inscritas (22, si contamos una letra que se grabó debajo de la línea 21 por no haber espacio suficiente en ésta), escritas de derecha a izquierda y de arriba abajo -como en el texto anterior-, y en el mismo sistema de escritura alfabética utilizado en la cara A (sin nuevos signos ni variantes gráficas), lo cual nos ha facilitado bastante la labor de transcripción e interpretación.

Todos los signos utilizados en esta cara B aparecen también en la cara A (presumiblemente con los mismos valores fonéticos), y aunque parecían hechos por la misma mano (quizá con alguna mayor soltura por parte del escriba en algunos signos de esta cara B, lo que en principio podría indicar que su redacción es posterior a la de la cara A y acaso separada por cierto espacio indeterminado de tiempo con respecto a la redacción del texto anterior), no se podía descartar tampoco a otro redactor o ayudante del primer escriba, pues en este texto B hay algunas ligeras variantes fonéticas en algunas palabras e incluso un uso particular del punto diacrítico separativo, lo que lleva a pensar en otro escriba distinto del anterior.

Hemos rectificado la suposición original de que ambos textos (A y B) serían independientes y desconectados entre sí (como resultado de una reutilización de la estela para escribir en ella otro mensaje distinto). Basábamos esta suposición inicial en que el texto de la cara A parece tener sentido completo (y tiene incluso lo que parece ser una fórmula de cierre o despedida en el final del texto). Pero, como vamos a ver, la suposición era infundada, pues ambos textos están conectados, se refieren a lo mismo y fueron dictados sin duda por la misma persona. La interpretación que seguidamente vamos a ver nos muestra, en efecto, que el texto de esta cara B constituye un añadido o addenda al texto principal de la cara A, pero de carácter bastante autónomo en su contenido, y de hecho alude a algunas de las personas mencionadas en el texto A.

En principio, no nos parecía muy verosímil que, aun siendo un texto relacionado contextualmente con el anterior (como pudimos comprobar desde sus primeras líneas traducidas), fuera un añadido o continuación de aquél, debido a un olvido del copista o del autor que lo dictaba, o a una posible falta de espacio en la cara extensa de la estela, puesto que antes de ser inscrito en el soporte definitivo de la piedra es obvio que el texto completo tuvo que ponerse en un "borrador" previo en otro soporte desechable de escritura. Así que nuestra hipótesis es que se trata de una adición independiente pero complementaria con respecto al texto anterior, o incluso (más verosímil, como parecía deducirse de la "traducción" de sus primeras líneas) de una invocación marginal de tipo religioso, relacionada en todo caso con el texto principal. La hipótesis parece tanto más atractiva cuanto que en el primer texto están prácticamente ausentes las referencias de tipo religioso (salvo una posible alusión final a un sacrificio y a una supuesta diosa de las purificaciones), lo cual, si bien se considera, parecería un tanto extraño en un contexto testamentario y en una cultura tan religiosa como sabemos que era la cultura etrusca.

La transcripción no plantea demasiados problemas de interpretación gráfica, ya que todos los signos utilizados en esta cara B aparecen también en el texto extenso de la cara A, e incluso se reconocen varias palabras y lexemas idénticos a los ya vistos en el texto anterior. Hemos trabajado sobre diversas fotografías y facsímiles disponibles, aunque no hemos tenido todavía ocasión de estudiar in situ estas dos inscripciones de la estela (actualmente en el Museo Arqueológico de Perugia, según nuestros datos).

Nuestro esquema de trabajo sobre esta inscripción B ha consistido en trasponer a la misma todo lo ya evidenciado en la inscripción A en sus aspectos paleográficos, fonéticos, morfosintácticos y semánticos, a fin de contrastar y comprobar todas las hipótesis consideradas anteriormente para la interpretación que en su momento hicimos del texto A. Ello nos ha servido tanto para confirmar en líneas generales la validez interpretativa del texto principal como para avanzar con más seguridad en la interpretación de este otro texto complementario.

El facsímil provisional que hemos reelaborado para trabajar esta inscripción B quedaría como sigue (damos un facsímil de la inscripción original -escrita de derecha a izquierda- y un facsímil "inverso", siguiendo el sentido de nuestra escritura -de izquierda a derecha-, al objeto de facilitar la transliteración y la exposición):


                     En sentido original                                                En sentido inverso
Esquema de escritura de la cara B de la Estela de Perugia (facsímil)

La transcripción provisional, en la que en principio mantenemos todos los valores gráficofonéticos considerados para el texto de la cara A, sería la siguiente (hacemos también una primera segmentación hipotética de algunas palabras, en base a la morfología de desinencias y sufijaciones ya conocidas por la cara A):

            1 FELOINAM
            2 ATENA·LIUS-
            3 -I EN-ESSI·IK-
            4 -A·M KELANE
            5 OI·MULU GNY-
            6 -WA·M-KE-L-OI·
            7 -RE-NE-OI EM T-
            8 -AS FELOINA-
            9 AS-ILUNE·[ ]
            10 TURUNE·M C-
            11 -UNE·LIEA-LIUS-
            12 -I·EN-ESSI·AO-
            13 UGNIS-M·AMU-
            14 -NAM·GENON-
            15 -A·AGNA FELO-
            16 -INA·AMUN[A]
            17 OURUNI·EIN
            18 LIERI-UNA·CL-
            19 -A OI-L-OUNY-
            20 -ULO-L-IY-SA
            21 SE-YA-LI IYUY-
            22 -E

La segmentación fraseológica parece aquí algo más complicada que en el texto de la cara A, ya que no hay una separación gráfica neta en finales de línea. En cambio, la segmentación de palabras, con los datos provisionales que ya tenemos de la primera inscripción, no resulta en principio demasiado difícil, pues podemos reconocer palabras, sintagmas y sufijos prácticamente idénticos o muy similares a los que ya hemos visto en la cara A (p.e. FELOINAM, EN, IKAM, OI, GNYWAM, EM, TAS, -AMUNAM, AGNA, -YULO...), lo que nos puede ayudar a su vez para intentar discernir oraciones y frases de este texto B.

Hemos intentado una primera segmentación oracional hipotética que iría desde el comienzo de la línea 1 (FELOINAM) hasta el final de la línea 9 (ASILUNE), en la suposición de que tenemos aquí varias posibles formas verbales de imperativo, quizá con desinencia en -ne, que en el texto de la cara A correspondían a la 3ª persona del singular, sin descartar tampoco la 2ª pers. sing. (también en -e), además de una supuesta forma de interjección vocativa (OI) muy similar a la forma OE de la inscripción anterior.

La transcripción de todas las palabras de este segmento fraseológico nos parece bastante segura en líneas generales (por lo menos en orden a confirmar la transcripción gráfica que nos ha permitido anteriormente acceder a la interpretación de la cara A). Una de las palabras-clave de nuestra transcripción e interpretación de ese texto A era precisamente la palabra FELOINA (="hija"), refutadas ya completamente para esta palabra otras transcripciones conjeturales sin base filológica sólida (p.e. su errónea transcripción como VELTHINA, que ha sido hasta ahora la más aceptada por algunos estudiosos de este texto).

En principio hemos considerado la hipótesis de una primera oración de sentido completo en las cuatro primeras líneas (de la 1 a la 4), es decir, desde FELOINAM hasta KELANE, que precede a una supuesta interjección de vocativo (OI), ya sea conectada con esta primera oración o bien con la siguiente (o con ambas). La segmentación de las palabras de este primer segmento oracional no parece, por lo demás, excesivamente complicada, si tenemos en cuenta que uno de los sintagmas que lo integran (LIUSI EN-ESSI) aparece también algo más abajo (final de la línea 11 y línea 12) y que la forma IKAM parece una variante declinada (en caso "objetivo-receptivo" singular) de la forma demostrativa IKA que ya vimos en el texto A (y que aquí veremos que se confirma como pronombre demostrativo-anafórico). La segmentación hipótetica y provisional de esta primera frase quedaría así:

            FELOINA-M-ATENA-LIUSI EN-ESSI IKAM KELANE,
            OI PULU, GNYWAM-KELOI-RE-NE-OI EM TAS FELOINA-
            AS-ILUNE.

En principio habíamos descartado la posibilidad de que la segmentación de las dos palabras iniciales pudiera ser FELOINA MATENA (en la línea 19 de la cara 1 ya vimos un nombre personal femenino que pudiera parecer bastante similar: MATENE), pues el caso es que ya hemos visto también en la inscripción anterior que el copista tiene un concepto bastante claro de lo que son las palabras y de su necesaria distintividad gráfica en la frase cuando ello es preciso, ya sea mediante el ocasional espaciamiento de éstas en la línea o ya sea mediante el uso esporádico del punto diacrítico separativo (·), usado ocasionalmente también para distinguir desinencias y morfemas; por tanto, si el copista hubiera querido decir FELOINA MATENA, es probable que no hubiera escrito la grafía M al final de esa primera línea, sino en la línea siguiente, a fin de no confundirla con la forma declinada FELOINAM (que ya aparecía, según vimos, en el texto A). Tampoco nos parecía muy probable que tuviéramos aquí un caso de encrasis gráfica entre la consonante final de la primera palabra y la supuesta consonante inicial de la segunda, es decir, que el sintagma fonético real fuese FELOINAM-MATENA, puesto que en el texto A hemos visto varios ejemplos sistemáticos de disimilación gráfica en -N de la -M final ante una M inicial de la palabra siguiente (con lo que un hipotético sintagma FELOINAM MATENA lo hubiera escrito FELOINAN MATENA). Por todo ello, apoyado también por la propia sintaxis oracional y por la traducción provisional, en principio nos parecía indudable que este sintagma inicial constaba de una forma declinada en caso "objetivo-receptivo" de singular (FELOINAM), ya conocida por el texto A, y de lo que parecía ser un nombre personal: ATENA.

Sin embargo, en el texto A (línea 19) se alude a una tal Lía o Quía, a la que se llama "la hija de Matena", y en este texto B se vuelve a aludir nominalmente a ella, de la que se dice además que "está en Clusium", algo que también se dice expresamente en esta primera frase, por lo que no podemos descartar que esas dos palabras iniciales sean efectivamente FELOINAM MATENA-L, "a la hija de Matena" (el hecho de que no haya disimilación gráfica de la -M final sólo podría explicarse porque este "segundo escriba", a diferencia del de la cara A, no utilizaba ese procedimiento gráfico disimilatorio y distintivo).

El primer problema que surge es que la forma ATENA (o quizá MATENA) no parece estar declinada, en genitivo, como sería de esperar si es un complemento nominal, o incluso en acusativo-dativo de singular, si se trata de un núcleo aposicional, del tipo "a la hija Atena (o Matena)". Ya vimos en el texto A que no es inusual que un nombre personal que acompaña como aposición nominal a un complemento directo o indirecto vaya expresado en forma nominativa (vimos un ejemplo claro en el FELOINAM ZELEOZA de la primera frase de la cara A de la estela), algo que según sabemos tampoco era infrecuente en el latín literario. La otra opción sería considerar el nombre ATENA como forma de nominativo (o de vocativo), y por tanto como posible sujeto de esta primera oración; el nombre sería claramente griego (ya sea referido a la ciudad de "Atenas" o ya sea referido a la diosa epónima de esa ciudad griega: "Atenea" o "Atena"). En principio, nos parecía poco probable que se utilizara el nombre de una diosa griega como nombre personal femenino (los romanos, como es sabido, ponían ocasionalmente nombres de dioses griegos a sus esclavos, pero no a personas libres, y los propios griegos llevaban a veces nombres personales alusivos a sus propias divinidades, pero nunca los de esas divinidades por sí solos), aunque aquí no podemos descartar tampoco esa opción (la de que sea, en efecto, un mero nombre personal femenino). De la religión etrusca se sabe que adaptaron el panteón griego de los dioses olímpicos, con sus propios nombres originarios (aunque readaptados a la fonética de la lengua etrusca). Por otro lado, por el texto A conocemos el nombre de al menos una de las hijas de la donante (y no es "Atena"), y resulta algo extraño -aunque no atípico ni inusual- que no se utilice aquí el pronombre posesivo (EM o EMI = "de mí", "mía") que ya conocemos por el texto anterior. Por tanto, en principio habíamos relegado una traducción del tipo "a (mi) hija Atena", y habíamos preferido más bien otras opciones: p.e. "a la hija..., Atena (vocativo),...", o bien "a la hija de Atenas" (es decir, "a la diosa Atena o Atenea"), o bien "a la hija de Matena".

Pero incluso estas otras opciones interpretativas tienen sus propios problemas.Y así, p.e., resulta extraño que si la palabra ATENA es un vocativo no vaya marcado por la interjección de vocativo ya conocida por el texto anterior (OE!), o al menos colocada al principio de frase o en otra posición más distintiva (a no ser que la inscripción esté en verso, cosa que no podemos saber). En cuanto a la otra opción, "a la hija de Atenas" o "a la hija de Matena", nos obliga a considerar una necesaria forma de genitivo singular que a primera vista no parece clara, aunque la dificultad podría aclararse en la palabra siguiente (LIUSI), pues el signo silábico para LI podría encubrir una encrasis gráfica y referirse en realidad a ambas palabras: (-M)ATENA-L-LIUSI, y en tal caso tendríamos aquí una desinencia de genitivo bien conocida y típicamente etrusca: -al, análoga al sufijo adjetival latino -alis : ATENAL (="de Atenas" o "de Atena"), o bien MATENAL (="de Matena"), aunque en la cara A la desinencia de genitivo-especificativo parece ser -e para esta palabra (Matene = "de Matena").

Sobre la palabra siguiente, LIUSI, hemos tenido desde el principio una primera "intuición aclarativa" que nos ha dado la pista para interpretar todo el sintagma siguiente y prácticamente la oración entera. Esta conjetura consiste en suponer que podría ser el nombre etrusco de la ciudad que en los textos latinos se llamó Clusium, una de las doce ciudades principales que formaban la confederación etrusca. La fonética no se opone a ello, sobre todo si suponemos que ese fonema [ L ] inicial quizá se articulaba de forma oclusiva, casi como [ (k)l ] : [ (k)liusi ] o [ (g)liusi ], de ahí la propia reinterpretación latina como Clusium. La conjetura se verá reafirmada varias líneas más abajo, donde se repite todo el sintagma completo (LIUSI EN ESSI), y en todo caso nos permite una segmentación bastante fiable de las tres palabras que lo componen. Esta interpretación, como luego veremos, nos obligará también a una rectificación sobre el significado de un sintagma parcialmente similar que ya vimos en el texto de la cara A.

El lexema EN (aunque aquí su valor parece ser de "preverbio") parece ser la conocida partícula preposicional indoeuropea de "lugar en donde": lat. in, griego en. La forma ESSI o EN-ESSI (con una curiosa doble grafía que emplea los dos signos utilizados respectivamente para la s sorda y para la s sonora en el texto anterior) recuerda al infinitivo latino esse (="ser", "estar"), formado sobre una raíz indoeuropea común (*es-), y en principio podemos suponer que esta forma ESSI o EN-ESSI podría ser la forma del infinitivo etrusco de ese mismo verbo, que aquí formaría una oración de infinitivo subordinada a la principal (según un modelo morfosintáctico común a otras lenguas indoeuropeas, construido generalmente con sujeto en "acusativo" o caso objetivo directo), pero aquí -como en la cara A- con un uso bastante autónomo, casi como una especie de oración de relativo. También esta transcripción nos confirma, como veremos, en la hipótesis que sobre un sintagma bastante similar hicimos en la primera frase del texto de la cara A.

La forma IKAM (con el sufijo desinencial de objetivo-receptivo singular femenino, marcado por punto diacrítico distintivo) parece que podemos relacionarla con la forma IKA que ya conocemos por la segunda frase de la cara A de la estela (línea 5), donde teníamos duda sobre si acaso se trataba de un numeral, pero que aquí se confirma como pronombre demostrativo de origen netamente indoeuropeo y análogo al latín hic haec hoc (="éste, ésta, ésto"). Aquí parece clara su función anafórica o relacionadora, referida a FELOINAM y en el mismo género, número y caso que ésta (femenino singular, caso objetivo), y al mismo tiempo su función de sujeto del supuesto verbo infinitivo de la supuesta oración subordinada (LIUSI EN ESSI): "ésta que está en Clusium", "la que está en Clusium".

Con mayores o menores reservas en cada caso, las opciones interpretativas eran en principio estas cuatro posibilidades:

            (A): a (mi) hija Atena la que está en Clusium .......
            (B): a (mi) hija, (oh) Atenea, ésa que está en Clusium, .......
            (C): a la hija de Atenas (=Atenea), la que está en Clusium,.......
            (D): a la hija de Matena (nombre personal femenino), la que está en Clusium,.......

Con esos elementos morfosintácticos ya identificados, parece que la palabra siguiente (KELANE) tendría que ser necesariamente el núcleo verbal, probablemente (a juzgar por su terminación) una forma de imperativo de 3ª persona, con terminación -ne (análoga a otros ejemplos anteriormente vistos en la cara A de la estela), o bien una forma de imperativo singular de 2ª persona, con terminación -e (la n formaría parte del tema verbal, quizá como sufijo formativo de determinados verbos derivados, como ocurre en otros verbos indoeuropeos).

En realidad, del significado de este posible verbo dependerá en gran parte la opción interpretativa de la frase más coherente con aquél. El problema es que ese significado no es demasiado transparente. Las posibilidades, en efecto, son varias. Podemos relacionarlo, p.e., y muy conjeturalmente, con algunas formas indoeuropeas afines que tienen el significado originario de "llamar", "nombrar", "convocar" u otros análogos: griego kalein (="llamar"), gótico kalan (="llamar"), celta keltai (="los renombrados", "los famosos"), etrusco clan (="apellidado de", "llamado de", de donde -metonímicamente- "hijo de"), aquí quizá con un significado del tipo "llama", "convoca", "cita", o bien (en imperativo de 3ª pers. sing.) "que (se) llame", "que (se) convoque", etc. Esta posibilidad estaría en consonancia sobre todo con la opción interpretativa C: "que se invoque (=ruegue) a la ¿hija de Atenas? (=Atenea), la que está (en imagen) en Clusium", y asimismo con las opciones A y D: "que se llame a la hija (de) (M)atena, la que está en Clusium". Pero el verbo puede estar relacionado con otras raíces indoeuropeas parecidas y con otros significados derivados (p.e. "exhorta", "anima": cf. el griego keleuein).

Considerando las otras opciones interpretativas B y D, hemos conjeturado también con la posibilidad de que esta forma verbal pudiera estar en realidad relacionada con una raíz común al latín, la del verbo latino celare [kelare], "cubrir", "ocultar" (aquí quizá con el significado metonímico de "proteger": "Protege a la hija (de) Matena que está en Clusium"). Pero, dada la indiferenciación entre la grafía de las oclusivas sonoras y sordas, que sabemos que es bastante común en los alfabetos etruscos, cabe también la posibilidad de que esta supuesta forma verbal fuera en realidad GELANE, en cuyo caso las posibilidades de relacionarla con otras raíces indoeuropeas similares son bien distintas (p.e. podríamos relacionarla con el verbo griego khairein, y suponer que la forma etrusca correspondiente significaría aquí algo así como "contentar", "satisfacer, "complacer", aunque no hemos comprobado en el texto anterior la existencia de correspondencia fonética entre la aspirada griega [ kh ] y la velar sonora etrusca [ g ].


 

Con todo, ante tanta posibilidad interpretativa inconfirmable, no podemos dejar de ceñirnos provisionalmente a las correspondencias fonéticas que ya conocemos por el texto de la cara A, p.e. la correspondencia entre la sonante latina [ r ] y la sonante etrusca [ l ] en determinadas posiciones. Y así, podríamos relacionar esta forma GELANE con el verbo latino gerere, que a partir de su significado propio y originario (="llevar") habría producido también otros sentidos derivados y figurados (p.e. "ocuparse", "encargarse de", etc). También podríamos relacionarla con un grupo de verbos latinos afines como quaero, quaeso (=rogar, pedir, buscar el favor de) o queror (= quejarse, lamentarse, plañir ante).

Por tanto, la traducción conjetural, aproximativa y necesariamente provisional, que podríamos dar a esta primera frase, dentro de las opciones A, B, C y D, sería:

-opción A (en la que falta todavía el sujeto de la oración principal):

            "OCÚPATE [o QUE SE OCUPEN ] DE LA (=MI) HIJA ATENA, LA QUE ESTÁ EN CLUSIUM"
            (o bien: "Que se llame a mi hija Atena, la que está en Clusium")

-opción B (más completa sintácticamente):

            "OCÚPATE, ATENEA, DE LA (=MI) HIJA, LA QUE ESTÁ EN CLUSIUM"
            (o bien: "Protege, Atenea, a mi hija, la que está en Clusium")

-opción C (referida a la diosa Atenea o Atena, en una advocación local de la ciudad de Clusium), en la cual opción el término FELOINAM quizá sea equivalente aquí a "doncella", "virgen", "muchacha","moza" o cosa similar, pues como ya vimos en la cara A el vocablo se utilizaba también con el significado de "cría" o "hembra joven" referido a animales:

            "QUE SE INVOQUE [o QUE SE CONTENTE o QUE SE HONRE] A LA DONCELLA ATENA QUE ESTÁ EN CLUSIUM"

En esta opción podemos presuponer al verbo el sentido de "llamar", "convocar", "invocar" (griego kalein), y el de "honrar", "complacer", "obsequiar" (gr. khairein):

            "QUE SE INVOQUE A LA VIRGEN DE ATENAS, LA QUE ESTÁ EN CLUSIUM"

-opción D (con la otra opción de lectura de este nombre: Matena), que es la que de momento preferimos y consideramos la más probable contextualmente:

            "QUE SE LLAME A LA HIJA DE MATENA, LA QUE ESTÁ EN CLUSIUM"

Pero insistimos en el carácter completamente conjetural de todas estas opciones, y sólo podremos preferir una u otra de ellas en coherencia con los datos contextuales obtenidos del texto siguiente.

....

El siguiente segmento oracional (o fraseológico, si es que constituye una frase distinta e independiente de la anterior) hemos supuesto que se extiende desde la línea 5 hasta la línea 9, es decir, desde OI MULU hasta AS-ILUNE.

Lo primero que encontramos es una partícula OI bien diferenciada gráficamente del lexema siguiente, y que no podemos de dejar de identificar con la partícula OE que ya vimos en la línea 12 del texto de la cara A, con valor de interjección o marca de caso invocativo, aunque allí pospuesta al nombre propio al que marca y acompaña, no antepuesta como suele ser lo más usual en la mayoría de las lenguas indoeuropeas. Esta misma interjección de invocación, atención o llamada (oe!) existe también en latín y en umbro. La existencia de una variante OI entra dentro de lo habitual en las lenguas donde no se ha generado todavía un modelo literario común y normativo, e indicaría en todo caso que la e de la variante OE era una e cerrada (con tendencia a articularse como i en la lengua hablada y dialectal).

La palabra siguiente (a la que se refiere esa interjección o marca de vocativo) la hemos transcrito primeramente como MULU, trasponiendo el principal de los valores gráficos para el grupo de bilabial + U que encontrábamos en el texto A: [mu]. En principio, y puesto que ese nombre personal no aparece en el texto A, supusimos que podría referirse a algún criado, familiar o persona de confianza de la donante, a quien ésta hace un último encargo con relación a las disposiciones testamentarias del texto A. Sin embargo, una nueva "intuición" nos llevó a modificar esa primera lectura y a considerar que ese signo quizá habría que leerlo aquí con el valor oclusivo bilabial sordo [p] que presenta también en el texto A (aunque allí sólo cuando va seguido de A). Así pues, la lectura correcta de esta palabra sería aquí PULU (no MULU), y en tal caso nos parece evidente que aludiría al nombre etrusco que se le dió a uno de los dioses griegos más conocidos: el dios Apolo (en muchas otras inscripciones etruscas encontramos las variantes Aplu, Apulu, Aplum). Esta variante fonética sería también un indicio de que el escriba de este texto B no es el mismo que el del texto A.

La conjetura se mostró bastante productiva, pues no sólo iluminaba el sentido general de la frase (una invocación de tipo religioso), sino que nos daba también el contexto de toda esta inscripción de la "cara B" (que, obviamente, se trataba de una breve addenda de sentido religioso añadida al texto testamentario principal de la "cara A").

Considerado todo esto, la segmentación, transcripción e interpretación de la palabra siguiente nos pareció mucho más clara y también más segura: GNYWAM, una forma declinada en caso objetivo (acusativo) de un nombre personal masculino (en latín Gnaeus) que encontrábamos también en el texto A: Gnewa Lavin, el marido de la donante (la forma es de acusativo singular común, con forma desinencial generalmente femenina en otras palabras, aunque sabemos que el nombre es masculino tanto en latín como en etrusco). Con ello se confirma plenamente la relación entre ambos textos de la estela.

Sigue un sintagma de difícil segmentación: KEL-OI-RE-NE-OI, del que lo único que podemos decir con seguridad es que contiene un verbo (también en imperativo, quizá singular de 2ª persona, si -como parece- el sujeto es PULU), y del que el nombre personal GNYWAM sería el complemento directo. Su significado es dudoso, pero en todo caso -dentro del contexto religioso de la frase- cabe relacionarlo con acciones del tipo "proteger", "cuidar". El problema es básicamente de segmentación, pues no sabemos si la palabra es KEL-OI (con la marca de vocativo funcionando también como "desinencia" verbal de imperativo enfático de 2ª persona, uso no documentado en el texto A) o es más bien KELOIRE o quizá KELOIRENE-OI, o incluso KELOIRE NEOI (donde NEOI sería algún tipo de adverbio o de adjetivo: cf. el griego neós, "joven", o el latín novus, "nuevo"), sin descartar que el verbo imperativo sea tan sólo KEL y que el sintagma OIRENE-OI constituya otra oración: con el nombre personal de otra divinidad (OIRENE, tal vez equivalente a la diosa griega helenística Eirene, la "Paz"), y marca de vocativo correspondiente. En todo caso podemos aventurar un significado cercano al del verbo latino celare (="proteger", "guardar", "preservar", o algo similar).

Mucho más transparentes nos parecen las palabras siguientes: EM TAS FELOINA[S]. La forma EM ya la conocemos por el texto A (línea 3), correspondiente a una forma en "genitivo" (especificativo) singular del pronombre personal de 1ª persona (="de mí"), con la variante EMI que vimos en la inscripción de la "Fíbula de Castelluccio di Pienza", y en ambos casos con valor de adjetivo posesivo (="mi"), como en latín. La forma TAS parece aquí claramente un pronombre demostrativo en "acusativo" plural femenino (análogo al artículo griego tas), y ya la conocemos por la inscripción del casco etrusco de bronce anteriormente vista (y probablemente también por una forma THAS gráficamente ambigua que veíamos en la línea 14 del texto A de esta estela perugina). La traducción de este sintagma sería algo así como "a mi(s) hija(s)", aunque sería de esperar una forma FELOINAS, no FELOINA (pero es bastante probable que la forma FELOINA pudiera ser no sólo la del nominativo singular sino también la del acusativo-objetivo plural, como ya vimos en el texto A, o que las dos primeras letras de la palabra siguiente encubran en realidad una encrasis gráfica: EM TAS FELOINAS-ASILUNE).

Por el texto A sabemos que la donante tenía al menos dos hijas: una (adoptada) llamada Zeleosa, hija anterior de Gnewa Lavin, y otra propia e innominada en el texto, hija de ella y de alguien llamado "el hijo de Nicleo" (probablemente el propio Gn. Lavin). Todo ello nos confirma una vez más la relación entre ambos textos.

El vocablo siguiente, ASILUNE, con el que parece concluir este primer segmento fraseológico, parece también una forma de imperativo de segunda persona, del que el sintagma anterior, EM TAS FELOINA[S], constituiría el Complemento Directo. Su significación, conjetural y aproximativa, podríamos relacionarla tal vez con el término latino asylum ("refugio", "asilo"), quizá una palabra de origen etrusco (="templo") adoptada como préstamo por la lengua latina. El sentido aquí podría ser algo así como: "ampara a mis hijas". En cualquier caso, parece obvio por el contexto que este verbo ha de tener una significación referida a una acción "protectora" propia de las divinidades.

Con esto tenemos ya una primera aproximación semántica a esta primera parte del texto B (más de un tercio del total del mismo), en la que en principio considerábamos tres distintas referencias a tres divinidades griegas: la diosa Atenea, el dios Apolo y -supuestamente- la diosa griega de la paz Eirene, invocando en las dos últimas la protección para el marido y las hijas de la donante. Pero la forma OI·RENE es problemática (sobre todo por la existencia de ese punto diacrítico tras la sílaba OI, aunque se puede suponer que se puso precisamente para diferenciarla de la interjección homónima), por mucho que el hecho de que no haya conjunciones copulativas explícitas pareciera apuntar más bien a acciones protectoras independientes de varios dioses, no de uno solo (Pulu o Apolo). La traducción provisional y aproximativa quedaría más o menos así (ponemos en negrita las partes más seguras, para distinguirlas de las hipotéticas y conjeturales):

            QUE SE INVOQUE A LA DONCELLA ATENA, LA QUE ESTÁ EN CLUSIUM.
            ¡OH, APOLO, GUARDA A GNEWA! ¡OH, EIRENE, AMPARA A MIS HIJAS!

Pero hay otra variante importante si el primer nombre corresponde más bien -como parece- al de una persona ya mencionada en el texto A (MATENA) y si consideramos una segmentación KELOIRE NEOI:

            QUE SE LLAME A LA HIJA DE MATENA, QUE ESTÁ EN CLUSIUM.
            ¡OH, APOLO, CONSERVA JOVEN A GNEWA, AMPARA A MIS HIJAS!

....


 

Sobre una base morfosintáctica provisional y general hemos ido profundizando un poco más en las cuestiones semánticas o de significado, pues -como hemos dicho- no nos convencía mucho la idea de que este texto B fuese una mera continuación improvisada del anterior y que introdujese nuevas instrucciones testamentarias añadidas por la donante. Más bien cabe pensar que no se trataría de nuevas "instrucciones" o "mandas" a sus allegados, sino de unas invocaciones adicionales a determinadas divinidades (llegamos a pensar que incluso la variante más cerrada de la interjección OI, en vez de OE, podría ser quizá una forma más enfática o solemne reservada para invocaciones a los dioses). Las hipotéticas referencias a las divinidades griegas Atenea, Apolo y quizá Eirene, no nos parecieron tampoco nada inverosímiles, pues sabemos que los helenizados etruscos adoptaron diversas divinidades del panteón helénico, y no es improbable que en la vecina ciudad de Clusio (quizá, en ciertos aspectos, algo así como la "ciudad santa" de la confederación etrusca) hubiera santuarios específicamente dedicados a algunas de las divinidades griegas principales junto a los de otras propiamente etruscas.

Esta conjetura sobre el carácter religioso de este texto B nos permite también cierta "aproximación de sentido" sobre los posibles significados de las tres formas verbales en imperativo ya comentadas; y sobre todo nos ofrece un criterio bastante fiable para la interpretación del resto del texto, que evidentemente ha de ser de un tenor similar y ha de contener asimismo invocaciones parecidas y nombres de otras divinidades.

Pero antes de proseguir con la interpretación de este texto B, es necesario hacer dos consideraciones importantes sobre el texto ya traducido de la cara A, a partir de los nuevos datos que se han puesto de manifiesto. En el texto A (línea 5) traducíamos -con algunas reservas- la expresión IKA AGNATHEN como "seis (de) corderos", donde IKA sería el numeral y AGNATHEN el genitivo partitivo. Ahora creemos más bien que IKA es efectivamente un demostrativo, no un numeral, con lo que la "traducción" de esa línea 5 del texto A habría que confirmarla más o menos así: "...esto de ovejas" (="estas ovejas" o "aquellas ovejas...").

La otra consideración afecta al sintagma verbal EN-ESSI (="estar en"), que aparece en las líneas 7-8 del texto A:

            ZEGNUL GNL, ES-CULLIU ZI EN ES, ZI EK YULARU

que inicialmente quisimos traducir: "...con una pequeña marca GNL (el chivo), con (la marca) ZI en la piel cada una (de las ovejas), (y) con ZI sobre el cuello (el toro)", pero que ahora debemos reinterpretar y confirmar más bien así:

            ZEGNUL GNL ES-CULLIU, ZI EN-ESSI EK YULARU (="...con marca(s) GNL sobre la piel, (y otra marca) ZI que está en el cuello").

La circunstancia de que la parte final del sintagma ES-CULLIU del texto A parezca coincidir con el principio del sintagma considerado en este texto B (LIUZI EN ESZI) debería ser, en efecto, una mera coincidencia homofónica casual , fenómeno frecuente en textos extensos de todas las lenguas (pues, de lo contrario, obligaría a una revisión completa de la propuesta interpretativa de ese sintagma en el texto A y en este mismo texto B).

....

Prosiguiendo con el texto B, el siguiente segmento fraseológico lo hemos distinguido provisionalmente desde la línea 10 hasta la línea 16, con esta segmentación:

    TURUNEM CUNE LIEA LIUZI EN-ESSI AO-UGNIS-MAMUNAM GENONA AGNA FELOINAAMUN[A]

La palabra TURUNEM, con desinencia masculina-femenina de caso objetivo-receptivo (acusativo-dativo) singular, la hemos considerado conjeturalmente como una variante local del nombre de la diosa etrusca del amor, TURÁN (la "Venus" etrusca). El lexema CUNE sería el verbo de la frase (en imperativo de 2ª persona singular), verbo que ya conocemos por el texto A (línea 23, penúltima frase) en una forma de "subjuntivo" o "imperativo" de 1ª persona del plural (CUNAAMUN), con el significado aproximativo de "convidar", "invitar" (quizá también, en contextos religiosos, "sacrificar"). La siguiente palabra, LIEA, nos parece un nombre personal femenino, una mera variante del mismo que vimos en la línea19, frase 6, del texto A, en la forma Liia (la cual considerábamos entonces que acaso podría leerse como "Quía"); esa frase en cuestión la traducíamos así: "La hija de Matena, Lía (o Quía) que se quede con esas dos crías [de dos ovejas preñadas]". Aquí, el nombre personal LIEA parece que funciona como sujeto de la frase, en caso vocativo (sin interjección, quizá por no tratarse de una divinidad, sino de una persona real, a diferencia de los demás vocativos anteriormente vistos en este texto, o más bien por ir inmediata al propio verbo imperativo).

El sintagma LIUZI EN-ESSI ya lo conocemos por la frase anterior (="que está en Clusium"), aunque aquí parece que se refiere a LIEA, no a TURUNEM (pues si se refiriera al complemento llevaría quizá un deíctico IKAM, como en la frase anterior).

La palabra siguiente, AO·UGNISMAMUNAM, es de interpretación problemática. Sin embargo, es claro que se refiere a TURUNEM y que es un adjetivo-participio femenino en -(a)muna (del tipo de los ya vistos en el texto A). Como además se trata probablemente de un epíteto metonímico de esta diosa etrusca del amor, quizá pueda relacionarse con el término latino ignis (="fuego"), que en etrusco podría ser -hipotéticamente- ugnis, en un sentido muy similar al latín ignita, ignífera, etc, es decir, "la que trae el fuego (de la pasión amorosa)", "la ardiente", "la ardorosa", "la fogosa", o algo parecido (el primer elemento del sintagma, AO -quizá ATH, si consideramos la grafía O con valor excepcional de [th]-, sería preposicional o preverbal).

El sintagma siguiente, GENONA AGNA FELOINAAMUN[A], no es difícil de interpretar si seguimos el contexto de la referida frase 6 del texto A, a la que sin duda hace referencia: "Que se quede Lía con las crías (de las dos ovejas preñadas)". En efecto, GENONA parece derivar del verbo que ya vimos en el texto A en las formas genelim (="yo engendré") y gegnu (="tú engendraste") y tendría aquí valor de participio adjetival.

AGNA es el término etrusco para "oveja", como ya vimos. Y FELOINAAMUN[A] parece una forma participial de FELOINA, quizá en el sentido específico de "crías" (hembras). Las aparentes dificultades de concordancia gramatical no son insalvables, pues es obvio por el propio contexto que ninguna de esas tres palabras ligadas están en caso sujeto (nominativo) singular, sino en caso acusativo-objetivo plural (o dual). Considerando el significado del verbo principal ("convida", "invita") quizá esperaríamos aquí un instrumental ("convida o invita a Turán con...), pero nada se opone tampoco al uso del acusativo u objetivo si consideramos el verbo con el significado específico de "sacrificar". Está claro, por tanto, que GENONA AGNA FELOINAAMUNA es el Complemento Directo de la frase y que TURUNEM es el Complemento Indirecto (recordemos que algunas de las desinencias de acusativo y dativo singular etrusco son en parte comunes).

La traducción completa de este segmento quedaría así:

            ¡INVITA (TÚ), LIEA, QUE ESTÁS EN CLUSIUM, A TURÁN, LA ARDOROSA, CON (ESAS) (DOS) OVEJAS-CRÍAS ENGENDRADAS!

....

El último segmento fraseológico del texto (las cinco últimas líneas de este texto B) nos ha resultado, con mucho, el más difícil de interpretar, precisamente por no poder encontrar elementos morfosintácticos y lexemáticos comparativos directos con todo lo visto en los textos anteriores (y ello a pesar de que la transcripción paleográfica no plantea problemas propios, fuera de un uso hasta ahora poco frecuente de la semiconsonante palatal [y]). Tenemos aquí un ejemplo típico de las limitaciones del método comparativo cuando no se dispone de elementos de comparación directos, con lo que las "interpretaciones" quedan forzosamente reducidas a meras conjeturas sin una base más o menos sólida y científica. El contexto religioso del conjunto del texto tampoco nos ha ayudado demasiado en esta ocasión, pues más allá de la elementalidad de unos elementos contextuales previsibles (nombres de divinidades, invocaciones,etc) el hecho es que el lenguaje religioso suele tener también -en todas las lenguas- sus propias fórmulas y tecnicismos lingüísticos, que cuando nos son desconocidos, como en este caso, no hacen sino complicar aun más la cuestión interpretativa.

Con todo, hemos intentado también aquí una "interpretación" o un sentido general para esta parte final del texto, aunque partiendo necesariamente de puras conjeturas indemostrables y en absoluto contrastadas, a fin de no dejarlo "descolgado" de todo lo demás (que, como hemos visto, presenta un sentido en general bastante coherente con todo lo que ya habíamos analizado previamente). Quede, pues, este último intento como muestra no de un "fracaso" del método en sí, sino más bien de sus propias "limitaciones" cuando los elementos comparativos son incontrastables o insuficientes por sí mismos.

La transcripción (parcialmente segmentada) de este problemático texto final quedaría así:

            OURUNI· EIN
            LIERI-UNACL-
            -A·OI-L·OUNY-
            -ULO-L·IY·ZA
            ZE-Y-A-LI-IYUY-
            -E

El término OURUNI, ante la imposibilidad de relacionarlo con términos ya conocidos o con nombres latinos o griegos, lo hemos interpretado -conjeturalmente- como compuesto de dos lexemas: OUR y UNI. El segundo de ellos podría corresponder al nombre de una importante diosa del panteón genuinamente etrusco e itálico, la diosa Uni (correspondiente a la Juno romana y análoga a la Hera griega), esposa del dios supremo etrusco Tinia y conocida por diversas inscripciones en las que la transcripción de su nombre y su carácter de divinidad femenina principal están fuera de duda.

El problema es ese lexema OUR que le antecede y que sólo cabría interpretar de dos formas: o bien como un epíteto más o menos fijo o típico de esta diosa (supuesto epíteto que sin embargo nos es desconocido en otras inscripciones etruscas), por ejemplo un hipotético epíteto relacionado con la raíz griega derivada oúrios ("feliz","favorable") o quizá con la raíz grecoetruscolatina que ya vimos en la primera frase del texto A (ouram, "toro", "buey"), como si dijera "la bovina Uni" o algo similar (la asociación no es arbitraria, pues tanto la Juno latina como la Hera homérica, como es sabido, aparecen siempre asociadas a la vaca como animal emblemático propio), o bien consideramos ese lexema OUR como una interjección vocativa (por ahora desconocida en otros textos), del tipo latino de las que expresan alegría (euax!, euoe!, o de la raíz ow- en ovatio y ovare, probablemente etrusca de origen) o del tipo griego lexicalizado (p.e. oúle!, "salve!"). En principio, nos inclinamos más por considerarlo un adjetivo epíteto, pues las invocaciones directas a las divinidades (con interjección vocativa) sólo se dan al principio del texto y parece poco coherente que se reanuden de nuevo después de haber habido una exhortación a una persona real concreta, como vimos en la frase anterior.

El siguiente lexema, EIN, no es menos problemático. En principio hemos pensado que podría tratarse de una forma preverbial o preposicional. Conocemos por el texto A la existencia de varias preposiciones-preverbios etruscos de origen indoeuropeo (EN, ES, EK) y aquí es probable que estemos ante otra de tipo similar, quizá como mera variante de EN (compárese, p.e., las diversas formas poéticas y arcaicas de la preposición griega en: eni, eini, ein). Aquí su función sería la de indicar el carácter de complemento verbal (dativo o receptivo) del nombre al que va pospuesta (OUR-UNI EIN, como si dijera "a Uni" o "para Uni").

Sigue un lexema LIERI, que en principio podemos suponer como verbal (del tipo de los infinitivos o nombres de acción anteriormente vistos en el texto A: p.e. mumleri ="para recordar", "de recuerdo"). El único verbo latino con el que acertamos a relacionarlo es luere (="expiar una culpa", "pagar una deuda", que es un sentido muy propio de contextos religiosos).

El lexema siguiente, UNACLA, parece un nombre con sufijo etrusco de diminutivo femenino -cla (análogo al sufijo -culus -cula -culum del latín), pero en principio es difícil saber si se trata de un sustantivo (el complemento directo o instrumental de una acción verbal transitiva, o el sujeto de un verbo intransitivo) o si se trata de un nombre propio personal (sujeto de la frase). En el primer caso, cabe relacionarlo semánticamente con los vocablos latinos iuvenca ("novilla", "hembra joven") y iuvencula ("ternera"). La terminación -a podría ser aquí de femenino singular o bien de neutro plural o más bien de dual (="dos novillas"), en función de sujeto de un verbo intransitivo implícito o de complemento directo de un verbo transitivo, respectivamente.

El siguiente sintagma parece incluir una interjección antepuesta (OI) y un posible nombre personal en caso invocativo (L·OUNYULO). Por el texto de la cara A (frase 3) conocemos un nombre personal femenino correspondiente a una amiga de la donante (madre de otras tres hijas de su marido), nombre que transcribíamos como SLENOUNYULO o CLENOUNYULO. Aquí tenemos una variante más abreviada (hipocorística), transcrita como L·OUNYULO, pero no cabe duda de que se trata de la misma persona antes aludida. Este nombre propio en vocativo podría ser el sujeto de la frase o podría no serlo (si es que se sobrentiende un verbo implícito -tipo "ser", "haber"- cuyo sujeto sería el lexema UNACLA, que sería entonces no un acusativo plural o dual sino un nominativo singular en una oración meramente nominal).

Los últimos sintagmas del texto (L-IY-ZA-ZE-YA-LI-IYUYE) son también los de interpretación semántica más difícil. Además de la rara acumulación de fonemas semiconsonánticos palatales, sorprende también la combinación de la grafía silábica LI con la grafía vocálica de i (combinación sobre la que ya manifestamos dudas en el texto A acerca de si habría que leerla como [lii] o más bien como [kii] o como [qui]: QUIYUYE); también es extraño el uso de la grafía consonántica L seguida de la vocálica i en lugar del uso común de la grafía silábica LI (a menos que su lectura no sea [li] sino [qui] u otra similar).

Considerando estos pormenores gráficofonéticos, hemos hecho una interpretación puramente provisional y conjetural de estos sintagmas. Tenemos en primer lugar lo que podría ser un pronombre demostrativo, quizá con valor de pronombre relativo: ISA o IZA, aunque esta variante IYZA parece extraña y más bien habría que considerar la L anterior como parte de ella y leerla como LIYZA o QUI·ZA (en el texto A -línea 20, frase 6- ya vimos una supuesta forma de demostrativo en EZA; y en la línea 21, frase 8, una forma SEI o ZEI también de demostrativo anafórico, que aquí podría corresponder al lexema ZEIA). Y por último un lexema LIIYUYE (o mejor, QUIYUYE), que acaso podría estar relacionado con el verbo latino queo quii (="poder", "ser capaz","estar en situación de").

La "traducción" provisional de todo este segmento final, muy forzada como puede verse (pero el texto no da más de sí), quedaría más o menos como sigue:

            PARA LA BOVINA UNI, COMO EXPIACIÓN, UNA NOVILLA, OH OUNYULO, QUE SE VALGA POR SÍ MISMA [es decir, ya destetada]

....

La traducción completa de todo el texto de esta CARA B, con las opciones que nos parecen las más probables, sería la siguiente (en negrita las partes más seguras):

            "QUE SE AVISE A LA HIJA DE MATENA, LA QUE ESTÁ EN CLUSIUM.

            ¡OH, APOLO, CONSERVA JOVEN A (MI MARIDO) GNEWA, AMPARA A MIS HIJAS!

            ¡INVITA (TÚ), QIEA, QUE ESTÁS EN CLUSIUM, A TURÁN, LA ARDOROSA, CON LAS (DOS) OVEJAS-CRÍAS ENGENDRADAS!

            PARA LA BOVINA UNI, COMO EXPIACIÓN, OH ÚNYULO, UNA NOVILLA QUE SE VALGA POR SÍ MISMA"

....

Éste es el sentido general de este texto B o segunda parte de la Estela de Perugia, en el que se ha puesto de manifiesto la validez general de la interpretación del texto A principal que ya analizamos, así como el rendimiento limitado de este método comparativo empleado (que efectivamente "funciona" en la interpretación de textos relativamente extensos, aunque exige un rigor y una intuición personal que difícilmente pueden ser sistematizables como método operativo general). Este texto B, como acabamos de ver y comprobar, se trata de una adición o addenda complementaria de tipo religiosorritual, en la que se mencionan al menos a tres divinidades (dos etruscoitálicas: Turán y Uni, a las que hay que añadir la también itálica Lovia, mencionada en el texto A, y una griega: el dios Apolo). Y se mencionan asimismo al marido de la donante, a sus hijas y a dos mujeres, Liea (hija de Matena) y Únyulo, mencionadas en el texto anterior, a las que se les hacen sendos encargos rituales. También parece evidenciarse que este texto B fue redactado por un escriba distinto del escriba del texto principal. Sin embargo, dada la brevedad de este texto B, no han aparecido en él nuevos datos paleográficos, morfosintácticos, fonéticos o semánticos de relevancia, salvo los que confirman lo anterior o introducen pequeñas modificaciones o correcciones de detalle (sobre todo ligeras variantes fonéticas en algunos nombres y palabras).


 

Dentro de la provisionalidad de este tipo de análisis comparativos indirectos, en los que -en principio- casi todo son probabilidades lógicas abiertas, en este texto B se ha puesto de manifiesto una coherencia paleográfica, fonética, morfosintáctica y semántica con los resultados obtenidos en el análisis del texto A. Las claves de su interpretación y "traducción provisional" se basan sobre todo en la alusión nominal a varias personas mencionadas en el texto A, especialmente el llamado Gnewa (aquí en la variante Gnywa), la llamada Clen·ounyulo, aquí (L-)unyulo, y las llamadas Liia (o quizá Quía) y Maten(e) en la línea 19 del texto A (aquí Matena y Liea o Quea). Se mencionan, a propósito de esta Liea o Quea las dos crías de dos ovejas preñadas aludidas en la línea 18 del texto A, que le habían sido asignadas precisamente a ella, y se añade el detalle de que esta "hija de Matena" se hallaba en Clusium y se le pide que haga un sacrificio expiatorio a la diosa Turán, en la propia Clusium (por lo que el sentido del verbo KELANE de la línea 4 de este texto B no sería quizá una llamada de comparecencia, sino más bien un recado o aviso). Todo ello conforma un contexto interno perfectamente coherente con lo ya visto en el texto A, por mucho que sean necesarias todavía muchas matizaciones, precisiones o correcciones de detalle.

Así funcionan estos métodos comparativos (cuando funcionan bien si se utilizan bien, con el rigor adecuado y con la audacia medida). Por lo demás, como ya dijimos, no dejan de ser métodos "de tanteo" con los que no puede pretenderse mucho más que identificar la lengua, el sistema fonológico, algo de su sistema morfosintáctico, algunas aproximaciones léxicas, y poco más (aunque, como en este caso, ello sea más que suficiente para empezar a corregir los errores metodológicos -de transcripción sobre todo- que han ido dejando a la etruscología en un verdadero "callejón sin salida" durante más de un siglo).

Creemos que el extenso corpus etrusco acabará por ser completa (y correctamente) descifrado en cuestión de pocas décadas . Y no por "ensayos" comparativos como el nuestro, sino más bien por la progresiva utilización de grandes bases de datos y de nuevos programas informáticos de procesamiento de textos, que mediante métodos combinatorios puros acabarán ofreciendo a los lingüistas las verdaderas lecturas de todas esas inscripciones, así como las correctas segmentaciones de palabras en esos textos; y lo primero que va a sorprender será sin duda que todas esas palabras (nueva y correctamente transcritas) son las de una lengua itálica e indoeuropea que nos sonará como tal de una manera en que ahora no "suenan" esas monstruosas e imposibles transcripciones que la etruscología ha ido acumulando vanamente durante tanto tiempo.

Aquí dejamos nuestro primer y último estudio sobre la cuestión lingüística etrusca. Y aquí están nuestras conclusiones provisionales, que aquí se quedarán esperando hasta que en un par de décadas o poco más los eventuales y previsibles avances por medio de métodos combinatorios automáticos e informatizados vayan confirmando los aciertos o refutando los errores que haya en ellas.

PABLO J. RODRÍGUEZ, a 3 de febrero de 2015, en Viguera (La Rioja)


 

            _______________________________________________________


            RECAPITULACIÓN

            Traducción provisional conjunta de todo el texto de la Estela de Perugia:

            (Cara A)

            YO, (La)T·TANNA LARELIUl(i)A,
            A LA HIJA DE GNEWA LAUTN,
            adoptada(?) POR MÍ, A LA PELIRROJA ZELEOZA,
            DEJO como legado(?) recordatorio(?):
            UN chivo(?), ESAS OVEJAS QUE (TIENEN)
            12 CRÍAS-HEMBRAS, Y UN TORO-DE-ARAR (=BUEY ?),
            respectivamente
(?) CON UNA(S) MARCA(S) GN. L.
            SOBRE LA PIEL (Y) ZI QUE ESTÁ EN EL CUELLO.

            Para AULEMO, LA HIJA DE mi comadre ARLINA, HE
            CEBADO PERSONALMENTE EN MI REGAZO con leche
            cuajada dulce (?) una punta(?) de 102 (?) ocas (?)
.

            ¡EH! comadre OÚNYULA!
            ACUÉRDATE DE mi vieja YEGUA PARA LAS HIJAS
            QUE ENGENDRASTE DEL HIJO DE NIZLEO, O SEA,
            (PARA) MIRÁN, ZILOI (Y) PALMITI.

            PARA LA HIJA QUE (YO) ENGENDRÉ DE (ESE) HIJO,
            (SERÁ) LA BORRIQUILLA "ENCELADA".

            LA HIJA (DE) GN. LERQUINIA, (QUE SE LLEVE) LAS DOS
            OVEJAS PREÑADAS CON MARCA R.

            LA HIJA DE MATENA, QUÍA, QUE SE LLEVE ESAS DOS (CRÍAS).

            LA HIJA DE AURATHEL, OURAMO, QUE SE LLEVE DOS
            cabras; PARA ELLA DEJO (TAMBIÉN) COMO LEGADO
            UN chivo Y UN CABALLO.

            Convidemos a Lovia CON LOS CORDEROS QUE
            (LLEVAN) LA MARCA ZI.

            ¡Tened ánimo! (?)


            (Cara B)

            Que se avise (?) A LA HIJA DE MATENA, la que está en Clusium (?)

            ¡OH, APOLO, conserva joven (?) A GNEWA, ampara A MIS HIJAS!
            ¡CONVIDA (TÚ), QUÍA, que estás en Clusium, A TURÁN,
            la ardorosa(?), CON(ESAS DOS) OVEJAS-CRÍAS
            ENGENDRADAS!

            Para la bovina(?) Uni (?), como expiación (?), una
            novilla
(?), OH OÚNYULA, que se valga por sí misma
            [=destetada] (?)


            P.J.R., 1 de marzo de 2016, Madrid.

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....


MÁS INSCRIPCIONES FUNERARIAS


Con ocasión de una exposición temporal en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid de diversos objetos y piezas etruscas prestados por museos italianos, celebrada en febrero de 2008, pudimos copiar a mano y en papel algunas inscripciones funerarias breves de varias de las fragmentadas piezas expuestas, procedentes de sarcófagos y mausoleos funerarios etruscos. No hemos identificado todavía sus respectivas signaturas en el Corpus Inscriptionum Etruscorum, por lo que sólo damos aquí las referencias de los letreros indicativos museísticos y un facsímil aproximativo de cada una de ellas.

Se trata de una media docena de inscripciones muy breves, ejemplos típicos de las varias miles sobre las que han trabajado los etruscólogos durante décadas y sobre las que se han aplicado los métodos combinatorios al uso. Para nosotros es claro que todas ellas están en una lengua flexiva (no aglutinante), indoeuropea e itálica.

Aquí, sin pretensiones de una "traducción" exacta de cada una de ellas, y prescindiendo de las "traducciones" etruscológicas más o menos creíbles que de ellas se hayan podido dar, sólo nos interesan en la medida en que aportan detalles adicionales (paleográficos y morfosintácticos sobre todo) a lo que ya conocemos por la inscripción extensa de Perugia. La mayoría de ellas son de la última época de la cultura etrusca (siglos III-I a.C.).

Son las siguientes:


 

1 - INSCRIPCIÓN GRABADA Y PINTADA DE ROJO EN UN SARCÓFAGO CON FIGURA FEMENINA RECOSTADA, PROCEDENTE DE SARTEANO (SIENA), DATADA EN EL SEGUNDO CUARTO DEL SIGLO II A.C.


transcripción provisional:       THANIA SEYANTI FILIANIA MARCNAL

traducción aproximativa:       THANIA, HIJA DE SEYANTE, DE (LOS) MARC(I)(OS)

En el aspecto paleográfico hay que señalar el uso del signo O no con el valor de omicrón griega [o] de la estela de Perugia, sino de theta [th], y el utilizado para la M, que en la inscripción perugina era un signo compuesto con valor fonético [kn] y que aquí tiene valor de mi griega [m]. El signo C equivale probablemente a la velar sorda [k].

En lo que respecta a la morfología nominal, destacar un genitivo-especificativo singular masculino (SEYANTI) con vocal -i , probablemente larga , que ya vimos en la estela perugina (Aulemi feloinam, "a la hija de Aulemo", cara A, línea 9, y Niclei gnasu, "del hijo de Nicleo", cara A, línea 14), similar al genitivo latino -i de la segunda declinación. Aparece también una desinencia típicamente etrusca de genitivo-especificativo que ya conocemos y que la mayoría de los etruscólogos admiten como tal: -(n)al (latín -alis, como sufijo adjetival derivativo): MARC(N)-AL.

Las palabras están perfectamente diferenciadas por puntos diacríticos separadores y no plantean problemas de identificación. FILIANIA es sin duda una forma dialectal palatalizada de la forma FELOINA (="hija") de la inscripción de Perugia, equivalente al latín filia. THANIA y SEYANTI son nombres personales (femenino y masculino, respectivamente), y MARC-NAL es un genitivo patronímico que indicaría la estirpe familiar de la difunta o quizá el nombre de su marido (¿de Marcos?, ¿de los Marcos?, ¿de los Marcios?, ¿de los Marqinos?).


 

2 - INSCRIPCIÓN EN UN SARCÓFAGO DE ALABASTRO, DE FINALES DEL SIGLO II O PRINCIPIOS DEL SIGLO I A.C.


transcr. provis.:       AVE LS. BELMUIAL R.

Es reconocible la interjección de saludo latina y etrusca (AUE!). La abreviatura LS, frecuentísima en inscripciones funerarias etruscas de este tipo, parece que podría corresponder a L(ARO)S o L(ARE)S (en latín lar laris), equivalente a "alma", "espíritu" (en latín los lares son, como es sabido, las almas protectoras o espíritus de los antepasados). BELMUIAL es el genitivo-especificativo: aquí le damos a los signos de la sílaba inicial el valor fónico [be], como en la estela perugina, pero no podemos descartar tampoco que tuviera otros valores, en todo caso labiales: [me], [pe] (?). El signo final podría ser otra abreviatura, no identificada, o quizá -si es que se refiere a una sola persona- un numeral gráfico (50 ?), indicativo de la edad de esa persona fallecida.

traducc. provis.:       ¡ HOLA, LAR(ES) DE (los?) BELMU ! (50 ?)


 

3 - INSCRIPCIÓN EN UN SEPULCRO DE ALABASTRO (PALAZZACCIO, CITTÀ DELLA PIEVE), FINALES DEL S. III A.C.


transcr. provis.:       LARO PURNI CURCI

El signo O suele identificarse con la theta griega [=th] en estas inscripciones etruscas tardías (y en algunos casos la identificación es verosímil, como ya vimos en la inscripción del llamado "sarcófago del magnate", de Tarquinia); pero aquí parece más verosímil suponerle un valor de omicrón griega [=o]: LARO, en lugar de LARTH. En tal caso podría ser una desinencia de dativo-receptivo en -o, desconocida en la estela perugina y desarrollada quizá por influencia del latín (a menos que se considere que la lectura correcta es LARTH, con una hipotética forma de nominativo en -th desconocida en nuestra estela, o que la desinencia -o pudiera ser también de nominativo femenino, de lo que tenemos algún ejemplo aislado en la cara A de la estela). PURNI CURCI sería el nombre personal, en genitivo, y suena -por cierto- muy latino.

traducc. conjetural:       (al) LAR DE PURNIO CURCIO


 

4 - INSCRIPCIÓN EN UN SARCÓFAGO DE ALABASTRO CON FIGURA FEMENINA ESCULPIDA, ÚLTIMO CUARTO DEL S. II A.C.


transcr. provis.:       SETHRA PULUNTI

traducc. conjetural:       SETHRA (HIJA) DE PULUNTE
                    o bien:       SARCÓFAGO DE PULUNTE

Los signos finales son algo dudosos. El signo O parece equivalente aquí a la theta griega [=th] más que a la omicrón [=o]. La lectura PULUNTI es hipotética, pues también podría ser MULUNTI, según las variantes que ya vimos en ambas caras de la estela de Perugia. El nombre SETHRA, que se repite en otras inscripciones, podría ser un onomástico femenino; tampoco parecería descartable en principio, y de hecho es bastante verosímil, que se tratase de un nombre común para designar el "sarcófago" o algo similar, como si dijera "sarcófago de Pulunti", pero en ese caso tendríamos que considerar el nombre PULUNTI como femenino, no como masculino, pues la figura esculpida de la difunta es femenina (con todo, no es improbable una terminación en -i breve de genitivo femenino singular, que ya vimos en la estela perugina).


 

5 - INSCRIPCIÓN EN UNA URNA DE TERRACOTA, CHIUSI (CLUSIUM), S. II A.C.


transcr. provis.:       SETRE CEZARLE LR· L

El alfabeto es más bien de tipo latino que etrusco, y el sentido de la lectura de la inscripción es de izquierda a derecha. El signo de la dseta griega (Z) es el único un poco problemático en su transcripción exacta (quizá transcriba una s sonora). Las formas nominales parecen de genitivo femenino en -e (desinencia que ya vimos en la línea 19 de la cara A de la estela de Perugia: MATENE, "de Matena"). Los signos LR constituyen sin duda una abreviatura: L(A)R(OS), y el signo L podría ser un numeral: 50 (años).

traducc. conjetural:       LAR DE SETRA KEZARLE, 50 (AÑOS)
                    o bien:       LAR DEL SEPULCRO DE KEZARLE, 50 (AÑOS)


 
 

6 - INSCRIPCIÓN EN UN SARCÓFAGO ETRUSCO DE TIPO HELENÍSTICO CON LA FIGURA DE UNA MUJER RECOSTADA ESCULPIDA EN LA TAPA (MUSEO GUARNACCI, VOLTERRA). LA PARTE FRONTAL DEL SARCÓFAGO LLEVA ESCULPIDA EN ALTORRELIEVE UNA ESCENA MITOLÓGICA GRIEGA (EL CAZADOR ALCTEÓN DEVORADO POR SUS PROPIOS PERROS POR INSTIGACIÓN DE LA DIOSA ARTEMIS)

Sarcófago etrusco del Museo Guarnacci, Volterra
 

Esta inscripción no pertenece a las museísticas reseñadas, pues la hemos sacado de la ilustración fotográfica adjunta. Está escrita de izquierda a derecha y no plantea en principio problemas de transcripción:

                        LAROI · KRAKNEI· LARISALRIL· LXXV

Las dos primeras palabras presentan lo que parece una desinencia de dativo o receptivo singular en -i (indoeuropea, presente en griego y en latín, pero no en la estela de Perugia). La última palabra es el nombre de la difunta, LARISALRIL, aparentemente en genitivo no-marcado. Pero es incluso bastante más probable que este nombre personal esté en nominativo y que los dos primeros sean complementos nominales en genitivo. La palabra KRACNEI podría ser un patronímico (="de Cracneo"), pero también un epíteto adjetival (compárese con el adjetivo latino croceus, "azafranado", "de color de azafrán", "dorado", "anaranjado"), quizá puramente metonímico o quizá alusivo a los colores con que solían pintarse estas figuras de los sarcófagos.

Traducción provisional:       AL ALMA DORADA DE LARISALRILO. LXXV (AÑOS).
                           o bien:       LARISALRILO, DE ÁNIMA DORADA. LXXV (AÑOS).


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La estela de Perugia
greca romana