Aula de Estudios Antropológicos y Culturales

Antropología y religión

La Antropología se ocupa, en principio, de todo lo que tiene que ver con el ser humano como especie. Y en ese sentido, casi todo es antropológico. El ser humano, para empezar, es el único ser vivo que se da cuenta de que lo es, el único ser consciente de la propia temporalidad de su existencia. Y ahí precisamente, en esa conciencia, parece estar también el origen de todos sus éxitos como especie, de todos sus fracasos y de todos sus conflictos (consigo mismo y con los demás). Casi nada se sabe de cuándo comenzó esa conciencia propia, esa percepción especial del mundo, de sí mismo y de los otros. Pero lo que sí se sabe es que la primera forma de comprensión del mundo, el esquema y modelo general para objetivarlo, ordenarlo y conocerlo, en todas las épocas y en todas las etnias y culturas, lo ha proporcionado siempre la religión. No ha habido nunca pueblos "ateos", sino acaso sociedades éticamente más desfondadas o menos que otras. Y hasta donde hemos podido comprobarlo en épocas demasiado recientes, en las sociedades donde se ha querido prescindir por completo de las religiones, sólo se han encontrado sustitutivos todavía peores y en cierto modo mucho más inhumanos.

Etnología y Culturas

Las culturas humanas, en sus aspectos tanto materiales como espirituales, son lo más definitorio de las sociedades humanas en cuanto que determinan sus propios modos de ver, de comprender y de interactuar como colectividades, su forma específica de adaptarse al mundo y de adaptar el mundo a sí mismas, resultado de las propias necesidades y soluciones adaptativas que cada grupo humano ha tenido que ensayar a lo largo de su historia, a veces demasiado aislados de otros grupos (y por ello sin posibilidad de evolucionar y de intercambiar esas experiencias y ensayos) y a menudo en medios geográficos o en condiciones de supervivencia especialmente duros y difíciles. Su estudio, profundización y conocimiento (la Etnología se ocupa de ello) es el conocimiento de los grupos humanos en sus diferencias y en sus particularidades, pero en último término también el re-conocimiento de sus similitudes e igualdades más esenciales. Pues, en definitiva, todo aquello que nos parece extraño o ajeno es simplemente el fondo último de todo aquello que nos gusta reconocer como propio.

Arte y Estéticas

Junto con la religión, y muy a menudo ligado o religado a ella (por lo menos desde sus orígenes), el arte, el fenómeno estético, el hacer y el contemplar estéticos, es otra de las distintividades antropológicas y culturales específicamente humanas, y en todo caso una de las más constructivas, por decirlo así, distinta del hacer utilitario y funcional, del hacer técnico, aunque no siempre separable de éste. Hoy sabemos ya algunas cosas acerca de cómo se produce el efecto estético (teorías estéticas, teorías psicológicas), pero el arte no ha perdido lo más mínimo de su misterio y de su eterno poder de fascinación sobre el espíritu humano. Si a ello añadimos que en nuestra cultura y civilización, a partir sobre todo del siglo XX, tenemos ya suficientemente "educado y entrenado el ojo" para apreciar estéticamente cualesquiera obras y manifestaciones artísticas procedentes de otros "modos de ver y de hacer" de otras épocas y culturas, tenemos que el amplio campo de la Historia del Arte se ha ampliado todavía mucho más y mucho mejor que en ninguna otra época precedente, lo que nos permite aproximarnos estéticamente incluso a fenómenos que hasta ahora sólo eran estudiados o comprendidos como fenómenos sociológicos, culturales o de comunicación.